Luego de leer con cuidado varios artículos científicos sobre alimentos genéticamente modificados mi conclusión es que los mismos no son perjudiciales para la salud. Por el contrario las modificaciones genéticas en general consiguen mejorar el valor nutritivo y también mejorar las propiedades defensivas frente a los ataques de plagas. Esto último se estudia con mucho cuidado pues siempre se teme por ciertas rupturas del equilibrio ecológico en el mediano y largo plazo. El saldo de la modificación genética es, según mis conclusiones, muy positivo. siempre que se haga con cuidado porque puede provocar modificaciones en el equilibrio ecológico.
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Mi resumen: toda explotación económica del hombre sobre el planeta tierra, viene modificando significativamente el ecosistema, en alguna medida perjudicial para el mismo ser humano. Por suerte la tendencia irracional de unos, el interés individual, la despreocupación por el futuro, está contrabalanceada por la racionalidad de otros. De una Europa de bosques destruidos observamos una lenta recuperación. Todos los cultivos, incluida la soja, deben hacerse racionalmente, guiados por los expertos ecólogos que estudian el problema en profundidad. Es normal que exista una lucha de intereses entre unos y otros hasta que se logre un buen balance aceptable para las partes.
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Otro punto importante es que en este como en muchos temas se ve claramente cierta contradicción entre el interés individual y el del conjunto social (por ejemplo entre los productores de soja y las comunidades). De más está decir que el arte de manejar la sociedad es llegar a un equilibrio negociado entre ambas tendencias. Ni socialismo o estatismo puro, ni liberalismo absoluto. La batalla se da para encontrar un punto satisfactorio para todas las partes. Se dispone de la experiencia ajena y de la decantación de las ventajas e inconvenientes que el tiempo nos permite ver.
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El otro tema relacionado y para que sea posible que las políticas cierren, es desacelerar el incremento de la población mundial. Por suerte en Europa y otros lugares se ha visto que se puede llegar a estabilizar el crecimiento vegetativo de la población como resultado de la cultura, las tecnologías médicas, el trabajo femenino, y otros factores. En la actualidad, se podría llegar a estabilizar la población mundial, si hubiera un poco más de interés universal en hacerlo. Hay tiempo para planificar y coordinar la culturización global, con nuevas tecnologías que permitirían acompañar un desacelerado crecimiento en miras a la sustentabilidad. Por ese motivo me parece que la globalización y la legislación internacional debe tener esa orientación, si es que se quiere avanzar a mayor racionalidad y mejor resolución de conflictos.
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Horacio Aldo Cingolani, conserje@hotmail.com
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